domingo, 30 de septiembre de 2007


Una foto de ensueño para una pareja de ensueño :)




domingo, 23 de septiembre de 2007

Un pelo brillante

La tele da muy malas ideas... Porque claro, tú ves el anuncio ese de Pantene de “haz el amor, no la cena”, y ves a la tía que llega a su casa con su pelo reluciente y etéreo, que aunque se supone que ha estado todo el día currando, ella está fresca como una rosa, y se lanza a los brazos de su hombre que se la come a besos. Y entonces a ti se te enciende la famosa bombilla de las ideas fantásticas y te dices a ti misma, “Hoy vamos a romper la rutina. Hoy no hago la cena” Y te imaginas a ti estupenda, haciendo una aparición estelar por la puerta del comedor de tu casa y a tu marido extasiado al verte como una diosa con el pelo al viento, para acabar haciéndolo encima de la mesa del comedor. Así que te lanzas sobre el teléfono y le suplicas a tu peluquera que por favor te haga un hueco esa tarde porque te ha surgido un imprevisto, y luego allí le pides que te haga un peinado moderno a la par que elegante y que te tiña de un color arriesgado pero discreto, y que brille, sobre todo que brille.
Y mientras subes en el ascensor de vuelta a casa, te das los últimos retoques con el pintabios, te colocas bien el escote, porque te has puesto mona toda tú, y te miras bien el peinado ese que te han hecho que desafía las leyes de la gravedad con las puntas para arriba, y piensas, “Hoy sí que estoy diferente. Lo voy a dejar flaseao
Así que, entras en tu casa con ímpetu y te paras en la puerta del comedor y le lazas a tu marido que está en el sofá viendo la tele un insinuante “Holaaa”.
Hola, cari”, te responde él, breve y sin retirar la vista de la pantalla.
Porque una tiene un don especial para tener ideas brillantes precisamente el día que juega el Barça, o la selección española de basket, o Nadal, o corre el Alonso o Pedrosa... o dan las tres películas del Señor de los Anillos de un tirón en versión extendida y tú llegas justo cuando se muere Gandalf...
Pero, aunque la primera parte de tu fantasía no se esté cumpliendo, tú no te amilanas y te acercas y le das un beso dejando que le acaricie tu pelo, y él te dice “¿Qué has hecho esta tarde?”, sin apartar los ojos de la tele. Y tú no le contestas, y sigues con tu sonrisa en la cara y piensas, “Bueno, a la tercera va la vencida”, y colocas tu cuerpo serrano entre sus ojos y la pantalla plana.
¡Pero qué haces! ¡Quita de en medio!- reacciona él.
Cari, he ido a la pelu”- añades tú, sin dejar de sonreír.
Anda, ven aquí al sofá y vemos juntitos al Alonso”- remata él.
Y tú te das finalmente por vencida y te vas al sofá con él.
Así que, cuando al cabo de un rato te dice, “Cari, ¿haces tú la cena esta noche? Es que no me quiero perder ni un detalle de las cuarenta y ocho vueltas que le quedan al Alonso”, tú te levantas con la cabeza gacha y arrastrando los pies te vas a cambiar de ropa y te pones el pijama ese de flores tan antilibidinoso que te regaló tu suegra, y mientras te desmaquillas ves que las puntas se te han bajado, probablemente mientras estabais abrazados contemplando al Alonso.
Y a la hora de irse a dormir, él está contentillo porque es sábado sabadete y porque ha ganado el Barça, o el Alonso, o cualquiera de los otros, y además, ¡Gandalf NO ha muerto! Pero tú te sientes fea, refea y notas que te está saliendo un grano en mitad de la frente, aunque a él todo eso le da igual, porque él te quiere y le da igual que te pongas el pijama hortera de flores o que te vistas de lagarterana, pero tú te sientes fatal y te haces la dormida cuando él viene a hacerte mimos, y cuando ves que él ha desistido y se ha puesto a dormir, se te escapa una lagrimilla y te dices a ti misma “qué tonta que soy”...


martes, 18 de septiembre de 2007

Apariencias que engañan

Tengo que daros una noticia que, siendo a priori buena, resulta de facto un poco decepcionante. Parece ser que el robafelpudos ha cesado sus hostilidades contra la comunidad de mis padres... Como ya os comenté, parecía que se había tomado unas vacaciones porque en todo el verano no había cometido ninguna de sus habituales fechorías: estrellar huevos en el ascensor, rallar las puertas con alguna inscripción malsonante, poner típex en los timbres del interfono... Pero la prueba más contundente es que algunos vecinos ya hace semanas que se han atrevido a colocar sus felpudos ante sus puertas y no les han sido sustraídos. Es muy posible que la denuncia que puso el presidente de la comunidad en la policía haya tenido un efecto disuasorio, lo cual es un descanso para los vecinos, pero claro, es que nos vamos a quedar con las ganas de saber quién ha sido.

Os tengo que confesar que albergo la íntima esperanza de que algún día el robafelpudos no pueda contenerse y vuelva a actuar, y de hecho, si es quien yo creo que es, me apuesto lo que sea a que no podrá retener su malignidad por mucho tiempo y volverá a atentar contra la vecindad, pero esperando que entonces cometa un error fatal que permita descubrirlo.

Aunque claro, igual no es quien yo creo que es, igual la pobre Antonia sólo tiene pinta de maruja psicópata (que, por cierto, acaba de estrenar un nuevo teñido de pelo amarillo pollo) pero en realidad no lo es. De hecho, si la Antonia fuera a Identity, concurso al que me he aficionado, y existiera la identidad oculta “robafelpudos y pirómana de ascensores” el concursante no dudaría en afirmarle a Antonio el presentador en cuanto la apercibiera: “Señalo a la desconocida número 5 como robafelpudos y pirómana de ascensores. Y no necesito ningún comodín para afirmarlo”. Y sin embargo, ¿ y si fuera el famoso Solitario a Identity, ese tipo con aspecto de bonachón simpático, alguien le atribuiría la identidad de “atracador de 33 bancos y asesino de tres policías”? Si es que, las apariencias engañan tanto… Creo que voy a tener que darle un voto de confianza a la Antonia...


domingo, 16 de septiembre de 2007

Amor a prueba


Este fin de semana los interfectos han sido sometidos a un calvario de pruebas que han superado de calle,
porque el amor todo lo puede ;)

domingo, 9 de septiembre de 2007

La cremina del café

Siguiendo con el monográfico sobre Italia, os descubro un pequeño placer
para amantes del café que me ha enseñado Cenza:
hacerle una deliciosa crema
al café.

Aquí os enseño como se hace con una cafetera de las de toda la vida,
aunque se puede hacer también en máquina.

Se pone la cafetera en el fuego con la tapa levantada
(esto último es importante).

En la misma taza en la que vamos a tomarnos el café, se ponen un par de cucharaditas de azúcar (la cantidad de azúcar depende del gusto del consumidor, puede ser más o menos, se le va
cogiendo el puntillo con la práctica).

Hay que estar al quite, y por eso hay que dejar la tapa levantada, porque, en cuanto sale el primer café, se vierten dos o tres gotas en el azúcar que tenemos en la taza.

y se remueve enérgicamente hasta que la mezcla se convierte en una pasta. Sobre todo, no tiene que quedar líquido, por eso sólo se echan un par de gotas. Cuidadín porque si no se coge el primer café, no sale, yo misma lo he probado varias veces y efectivamente sólo sale bien si se coge el primer café.

Una vez ya ha subido todo el café y tenemos la mezcla lista en la taza, lo vertemos directamente, como nos muestra aquí Cenza.

Et voilà, este es el resultado, podéis comparar un café con crema y sin crema.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Ci rivediamo spesso

Estos días en Italia me he estado repitiendo a mí misma cómo es que no había ido antes, así que, a partir de ahora tengo claro que voy a ir más a menudo. Tras un inicio un tanto tormentoso, los últimos días en casa de Cenza y Marco han sido lo mejor.

En guisa de retahíla, ahí van los mejores recuerdos del viaje: sentarse en una plaza de Roma a ver qué hace la gente, dejarse llevar por el caos de Roma, la cremina del café que hacía Cenza por las mañanas, la visita en barco de le Cinque Terre, sentarse entre las estatuas de la Loggia de la plaza de la Signoria de Florencia, ver cómo lanzan las banderas en los festejos del Palio de Siena, perderte en el laberinto de Venecia, las catedrales, los museos, ver cuadros hasta la extenuación de cuerpo y alma, entrar en el Museo Vaticano sin hacer cola, la panna cotta, el chianti, comerte un tiramisú en la plaza San Marcos de Venecia bajo la luz de la luna y con la orquesta tocando, Tiromancino y su Descrizione di un attimo como banda sonora espiritual,
e tante altre cose...