domingo, 16 de marzo de 2008

Body and Soul – En las cartas II


Que ya tenga pareja, esté casado e incluso con niños son posibilidades que una tiene que plantearse siempre que conoce a un hombre. En la jungla de la soltería, entre los alérgicos al compromiso, los emparejados que van por la vida en plan busco y comparo, los que no tienen claro en qué acera recalar y los simplemente más raros que un perro verde, una tiene que andarse con mil ojos. Pero de él, ni por un momento me quise plantear como posibilidad que tuviera pareja. Me obsesionaba la frase “te encontrará con plástico en las manos” pensaba que sólo podía referirse a él.

No sabía qué creer, me daba rabia que me hubiera mentido, por momentos lo odiaba y lo maldecía, pensaba que no quería volverlo a ver nunca jamás y que si aparecía por la peluquería le pensaba tirar el secador por la cabeza... Pero seguidamente me decía que tenía que haber una explicación, que a lo mejor no era feliz con su mujer, que yo también me había equivocado con mis anteriores parejas, que todo el mundo tiene derecho a buscar con quien ser feliz... que él estaba predestinado a mí...

Pocos días después, mientras estaba peinando a Laura, me di cuenta de que sabía quien era su mujer. Estábamos hablando de Sonia, una compañera suya del trabajo que no era del barrio pero que venía a la peluquería por recomendación de ella, cuando me acordé de la conversación que había tenido con Sonia hacía unos días.

- Mi marido vino el otro día. Le cortaste tú, ¿no?
- Pues no... no lo recuerdo... a lo mejor lo atendió Susana...
- Desde luego, vaya cambio, menos mal que lo convencí para que dejara de ir al barbero ese horroroso al que iba que lo dejaba como a un monje benedictino...

Y mientras lo recordaba con espanto, Laura me preguntó.
- Oye, y el tío aquel del flechazo... ¿lo has vuelto a ver?
- Pues.... sí.... pero es que resulta que me he enterado de que está casado...
-¡Uy, va de retro Satanás! Mejor no meterse en líos...
- No, no... mejor no meterse en líos...
- Por cierto, ¿cómo se llamaba?
- ... Mmmm... Manuel...

Me dolió muy adentro, le acababa de mentir obscenamente a una de mis mejores amigas, e intuía que ese era sólo el principio...

Sonia me caía muy bien, era una chica majísima, había tenido una niña hacía un año, me había enseñado fotos de ella, me había explicado lo mal que lo habían pasado ella y su marido los primeros meses porque la niña comía poco y no dormía bien, no recordaba que nunca se hubiera quejado ni hubiera hablado mal de él, costumbre bastante habitual de las clientas de la peluquería.

Dos semanas después de verlo, Susana me dijo un día:
-Por cierto, te quería contar que ayer a mediodía, cuando te fuiste a comer, vi a ése que ha venido un par de veces, el que tiene a su padre en la misma residencia del marido de la señora Pepa, parecía como si quisiera entrar, pero no, sólo miró y pasó de largo, me pareció un poco raro...

Sabía que tarde o temprano iba a venir, y ahora ya podía estar casi segura de que cuando estuviera sola. Imaginé mil posibles conversaciones con él, mi interrogatorio, sus explicaciones, mi enfado, secadores que volaban, insultos, disculpas, perdón, besos... El día que vino, no fui capaz de decir nada de lo que había previsto.

-Necesito hablar contigo, Marina.
-Vamos dentro, al cuartillo.

Me dijo que desde hacía semanas no podía dejar de pensar en mí, que no sabía lo que le pasaba, que hacía tiempo que no estaba bien con su mujer, que con la niña todo había empeorado, que no sabía lo que hacer, que estaba hecho un lío, que se estaba volviendo loco...

Y a mí se me nubló el sentido. No dije nada. Nos miramos un instante en silencio y nos besamos.

Nos arrancamos la ropa y lo hicimos sobre la camilla de la depilación como si se nos fuera la vida.

La continuación, a la vuelta de Semana Santa...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero esto qué es?????? desde luego los culebrones latinoamericanos se quedan muy cortitos comparándolos con tus historias...jua jua jua.
El final es la monda, en la camilla de depilación como si se les fuera la vida... jajajaj, qué bueno!!!!
P.D A la vuelta de Semana Santa? Vale, pues me lo apunto en mi agenda para que no se me olvide la ineludible cita con tu blog al volver de Lanzarote ;-D

Lidia dijo...

Uy, qué bien suena eso de Lanzarote!! :D
(pos a lo mejor te puedes traer ya algún suvenir para colocar en algún rincón...)

Anónimo dijo...

"Pos" no creo que lo haga porque no me quiero ilusionar demasiado de momento. Como el título de mi cuento... "Tiempo al tiempo".Si todo va bien ya habrá tiempo para souvenires, ya...

Anónimo dijo...

Bueeno, bueeeno, bueeeenoooo! Che passione!!!!!

(Ya sabía yo que la camilla de depilación había nacido para cosas mejores, ja, ja, ja!!)

Bbbffffhhhggg... ¿a la vuelta de Semana Santa? Vaale, resignación... A pasarlo bien!!!!

Anónimo dijo...

Si es que el destino, es el destino... y todo lo demás está de más (como decía aquella canción)

Qué fogosidad, claro tanto tiempo esperando a que llegara ÉL...

Pues hasta la vuelta, que vaya todo genial!!

PD: Por cierto, gracias por el pan, sencillamente delicioso!!! ñam, ñam :)