jueves, 19 de junio de 2008

A polis y ladrones - El mirón (V)

Así que, me llevé el hallazgo prueba de mi cordura a casa, pensé en limpiarlo un poquito, porque tenía churretones malolientes de vete a saber tú qué se le había enganchado en el contenedor, pero en ese momento me asaltó una visión de Grissom y caí en la cuenta de que podría eliminar huellas, fibras, cabellos, sangre, restos biológicos o cualquier microscópica partícula animal, vegetal o mineral que pudiera o pudiese resultar clave para el caso. Conque, me enfundé los guantes rosa de fregar los platos y lo examiné cuidadosamente. Estaba roto, pero se veía que era un periscopio muy sofisticado con cámara y todo. En mi época la mayoría de estudiantes éramos más pobres que una rata, pero hoy en día, cualquier renacuajillo de ocho años tiene una PDA y va de su casa al cole guiándose del GPS. Me reí para mis adentros pensando en la cara que me iba a poner el policía risitas.

Al día siguiente, me llevé a Ana envuelta en una bolsa de basura al trabajo, y la dejé en un rinconcillo de la sala de profesores, sabiendo que una porquería más por allí en medio no iba a llamar la más mínima atención, y al acabar las clases me dirigí a la comisaría. Mientras me acercaba a la puerta, me espanté al ver la cola que se perdía en el infinito y más allá, dándole la vuelta a la manzana. Al llegar a la puerta vi que, de hecho, había tres colas: la interminable, que salía del lado izquierdo de la puerta; otra también larga, aunque no tanto, que salía del lado derecho; y una tercera, la más corta de las tres, enfrente de la puerta. Así que, ni corta ni perezosa, me acerqué al policía que hacía de portero y le pregunté:

- Yo es que vengo a traer la prueba de un crimen, ¿tengo que hacer cola?
-Por supuesto señorita. ¿Usted es extracomunitaria, comunitaria no nacional o nacional?
- ¿...nacional....?- no lo afirmé muy convencida, tuve que pensarme por un instante qué era yo...
- Tenga usted - y me tendió un número como el que te dan en la pescadería.

Afortunadamente, me tocó la cola más corta. Nunca en mi vida me había alegrado tanto de no ser extracomunitaria. Al poco rato entré y me pasaron con un agente que me tomó una breve declaración y me dijo que analizarían el objeto y ya me dirían algo. No vi al sonrisas y mi declaración pasó sin pena ni gloria.

Al cabo de unos días me llamaron de la policía para que acudiera a la comisaría. Y cuando fui, yo ya noté de entrada que se me trataba con un cierto respeto y credibilidad. Hasta me preguntaron si quería un café de la máquina mientras esperaba. Me enseñaron una página web en la que nuestro amigo de Cardona había colgado vídeos de casi todos los vecinos, probablemente grabados con el periscopio-anaconda, donde los visitantes votaban el que más le gustaba: en un video salía yo, fregando los platos mientras cantaba, aunque afortunadamente no se oía la voz; en el piso de nuestro presidente, un hombre desconocido, enmascarado con cuero y asiendo un látigo en la mano, bajaba la persiana del comedor; a Paco se le veía mirando un partido del Barça ataviado con el chándal oficial de la selección española, en la postura meditativa del loto y con un vaso de cola-cao al lado; a los Serrano se les veía en la ducha procreando, o simplemente fornicando, las imágenes no despejan esta duda; a Patricia se le ve en paños menores delante de un espejo de cuerpo entero decidiendo si combina una falda de Prafa con una camiseta Dolze Gapana o viceversa; el señor Mateu sale en el piso de sus inquilinos, subido a una silla, dejando la lámpara de ocho brazos del comedor con una sola bombilla, en gesto ostensiblemente ahorrativo, y seguidamente la cámara recoge a Doña Urraca abriendo la caja fuerte con apertura de cámara acorazada introduciendo un fajo de billetes; en el piso maldito se apreciaba una sombra con perfil humano subiendo la persiana; en casa de los Riba, se ve a la abuela haciendo sus necesidades y después a su hija limpiándole, este era el video más visto y también el más votado, seguido del de los Serrano. Y los menos votados, el de Paco y el mío, aunque, tengo que admitir que hasta Paco haciendo el loto delante de la tele y bebiendo cola-cao había recibido más votos que yo. Y eso me dolió. Es como cuando pasas por delante de una obra, si los obreros te dicen procacidades te parecen unos cerdos, pero si no te dicen ni mu, te baja la autoestima. A mí no me hace gracia que me saquen en internet sin mi consentimiento, pero haber despertado tan poca expectación en el ranking, me hiere el amor propio. Me sorprendió que no hubiera ningún vídeo de la violinista, y pensé que, una vez más, se confirmaba que era la más lista de todos y se resguardaba de miradas indiscretas.

Continuará, el lunes que viene...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta violinista me resulta muy sospechosa... ejem

Lidia dijo...

Ya te digo, esta violinista puede dar la nota ... ;)

Anónimo dijo...

Que sí, que sí, que la violinista (que es mi preferida, por cierto) me da mala espina...

Jo, no sé qué vídeo sería mi preferido!!!!!!! XD

PD.- Me he mondado con la historia!!!!!

Anónimo dijo...

Me he imaginado perfectamente al señor Mateu, me recordaba a mis antiguos caseros...

Lidia dijo...

Me has dado una idea, voy a poner una encuesta sobre qué vídeo votaríais... ;)

Sí, je je, el señor Mateu es un prototipo muy prototípico ;)