El ADN del jamón
Ahora que parece que se atormenta una vecina y que por fin nos vamos a poder poner esos jerséis de lana de cuello alto que nos han estado mirando con penilla desde el fondo del armario estos últimos meses, vamos a ponerle al mal tiempo buena cara pensando en la inauguración de este sábado (os informo que Vanesa me ha dicho que compre un barreño para que quepa todo el mojito que piensa hacer, así que, preparaos).
Y hablando de vecinos, os tengo que poner al día de los hechos paranormales que siguen sucediendo en el vecindario de mis padres.
Como ya os conté en anteriores capítulos, habita un ente allí que se dedica a cometer fechorías de calibre tal como robar los felpudos a los vecinos, dejarte un bonito huevo estrellado en tu puerta o en el ascensor o robarle a la pobre vecina del tercero cuarta el jarroncito con flores que tiene en el rellano.... Pues bien, ha dado un paso más allá, ahora va dejando trozos de tocino (sí, sí, tocino de jamón) por la escalera. No sabemos si es una manera sutil de llamar cerdos a sus convecinos, lo que sí es cierto es que por primera vez es posible el malhechor haya cometido un error y nos haya dejado una pista que pueda sacarlo del anonimato, porque yo, que aunque ahora ya me cansa, pero al principio me tragaba todos los capítulos de CSI, enseguida caí en la cuenta que se podrían cotejar las muestras de ADN de los trozos de tocino hallados en la escalera con muestras de ADN de los jamones de los vecinos. Imaginaos a los Mossos d’Esquadra, parapetados con cascos, escudos y porras, entrando por sorpresa al edificio y pidiendo a los vecinos que desalojen sus casas con las manos en alto en busca del jamón que determine la identidad del villano.
Y hablando de vecinos, os tengo que poner al día de los hechos paranormales que siguen sucediendo en el vecindario de mis padres.
Como ya os conté en anteriores capítulos, habita un ente allí que se dedica a cometer fechorías de calibre tal como robar los felpudos a los vecinos, dejarte un bonito huevo estrellado en tu puerta o en el ascensor o robarle a la pobre vecina del tercero cuarta el jarroncito con flores que tiene en el rellano.... Pues bien, ha dado un paso más allá, ahora va dejando trozos de tocino (sí, sí, tocino de jamón) por la escalera. No sabemos si es una manera sutil de llamar cerdos a sus convecinos, lo que sí es cierto es que por primera vez es posible el malhechor haya cometido un error y nos haya dejado una pista que pueda sacarlo del anonimato, porque yo, que aunque ahora ya me cansa, pero al principio me tragaba todos los capítulos de CSI, enseguida caí en la cuenta que se podrían cotejar las muestras de ADN de los trozos de tocino hallados en la escalera con muestras de ADN de los jamones de los vecinos. Imaginaos a los Mossos d’Esquadra, parapetados con cascos, escudos y porras, entrando por sorpresa al edificio y pidiendo a los vecinos que desalojen sus casas con las manos en alto en busca del jamón que determine la identidad del villano.
5 comentarios:
Jajaja!!!
Pues aquí en el CSIC tenemos un servicio de secuenciación de DNA, así que me puedes pasar el trozo de tocino y en un plis tenemos al culpable!! Y no hace falta cotejarlo con todos los jamones del edificio, seguro que sus huellas dactilares están en el cuerpo del delito!!! ;-) (eso sí, no tenemos servicio de análisis de huellas, para eso sí que necesitarás a los Mossos...
Pero los jamones y tocinos que sean ibéricos.
Desde luego, tanto ver CSI y se me pasa lo más evidente, ¡las huellas dactilares! :)
Ei! El hermano de una amiga es Policía Nacional, así que una vez tengáis las huellas dactilares, se las podría pasar para que identifique al culpable. Je, je. Esto es pan comido, chicas. Ya decía yo que ver tanto CSI tendría sus frutos algún día.
Lo de los felpudos asombra, pero puede pasar (al igual los vende en el cash converters); pero lo del jamón.....no sé, me parece alucinante.
Yo no veo CSI pero en Mar de fons también salen cosas que hacen los mossos de esquadra.
Creo que lo mejor sera que en la proxima reunión de vecinos vayas y seguro que calarás al culpable porque cantará entre todos los demás. Seguro! :)
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