domingo, 29 de octubre de 2006

El huevo perfecto

Hace unos días os hablé de ese gran descubrimiento de la cocina que era hacer un huevo frito sin freír y sin aceite (pues sí, habrá que cambiarle el nombre, a partir de ahora habrá que llamarle huevo a la plancha), y hoy me he hecho uno y lo he fotografiado para daros fe de ello. Aquí lo tenéis, los puntitos negros por encima es pimienta.

Y ya de paso, puestos a marujear, os pongo el plato completo que me he hecho, el huevo acompaña unos raviolis rellenos de foie que compro en un puesto de pasta fresca que hay en el mercado de la Abacería de Gracia, que si vivís en Barcelona, os recomiendo que vayáis algún día a comprar pasta fresca allí, porque está buenísima y tú mismito ves cómo la están haciendo (algunos de los que leéis esto ya lo sabéis). La pasta, sobre todo la rellena, está tan buena, que casi no hace falta hacerle una salsa, a estos raviolis les he puesto sólo aceite y orégano, y el gusto del foie es exquisito (no, no es de lata, es del de verdad)


Ahora que lo pienso, hay otro plato de estos de cocina para solteros que os pondré otro día, la perca en papillotte al estilo de mi madre, o sea, "perca bejarana".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm... "a la papillot" no será la forma que tenías de hacer el salmón verdad? A quienes no han vivido con ella, decir que tenía muuuuy buena pinta cuando lo hacía en casa.

Lidia dijo...

Exacto, es aquello que me hacía a menudo, pero no era salmón, era siempre perca :)