lunes, 28 de enero de 2008
miércoles, 23 de enero de 2008
Como últimamente me estáis ayudando mucho en mis quehaceres domésticos, os quería comentar otro tema que me quita el sueño.
A mí lo que me gustaría saber es si todo el mundo tiene en su casa tanta parafernalia con las basuras como yo o si tenéis alguna manera mejor de organizaros. Yo estoy muy concienciada con el medio ambiente y con el cambio climático, pero claro, es que en mi casa tengo una central de reciclaje que me apabulla, porque, además de la separación sagrada de papel, vidrio y envases, luego están todas esas cositas con las que no sé qué hacer como: papel plastificado (quién se inventaría esta combinación demoníaca), los kleenex sucios, las compresas, los cartuchos de tinta, los aparatos electrónicos, los espráis... Hay cosas, como los cartuchos de tinta y los espráis, que los guardo durante un tiempo en una quinta o sexta bolsa que pongo en la cocina con la idea de llevarlas (algún día) al camión ese de reciclaje que pasa una vez a la semana por mi barrio, pero me acabo cansando de verlos amontonarse y finalmente los tiro a la basura normal. (Perdón, perdón, perdón...). Además, alguien me dijo una vez que los envases a los que se les quedan restos de comida enganchados hay que enjuagarlos un poquillo, por ejemplo, el plástico del paté o la terrina de la mantequilla. Y yo, tengo que admitir que pese a mi conciencia ecológica, me da muchísima pereza hacer esto... vamos... que no lo hago... Aunque, eh, sí que le quito las grapas al papel, en eso sí que me entretengo...Y se me olvidaban las pilas y los medicamentos, que hay muchos sitios donde llevarlos, pero también hay que tener una basura para ellos en casa, o sea, ya nos vamos a la séptima u octava bolsa.
Yo es que, entre las basuras, la garrafa de agua y la garrafa de aceite del pueblo, ya no quepo en la cocina.
Pero, aún hay más...
Espero que no me miréis mal (o peor) después de esto... A ver, yo pongo religiosamente el aceite de cocinar usado en un botecito de cristal, pero, cuando ya tengo dos llenos y voy a empezar un tercero, me admito a mí misma que no lo voy a ir a llevar al punto verde, y lo acabo tirando por el desagüe. Sí, ya sé que esto es lo peor y que arderé en el infierno por ello...
Y vosotros, ¿qué demonios hacéis con las basuras...? ¿Vosotros lleváis el aceite? ¿Enjuagáis los envases? ¿Quitáis las grapas al papel?
domingo, 20 de enero de 2008
Como veo que el tema de las pinzas ha desatado tantas pasiones, y no sólo en mi persona, he decidido probarlas hoy empíricamente según las respuestas que vosotros me habéis dado.
Tras buscar en balde el lugar de mi alma donde se halla mi desazón para poder arrancarla, probé la aptitud del artilugio en otro menester más mundano e intenté depilarme, empresa igualmente infructuosa comparable a querer arrancarse un pelo con los dedos llevando guantes.
Seguidamente, intenté utilizarlas con el pescado, nuestra hipótesis principal, y ya os podéis imaginar la alegría y el alboroto que sentí al comprobar que efectivamente eran idóneas para sacar las tan fastidiosas espinas.
De igual manera, comprobé que eran aptas para llevarse la comida a la boca, conque, a ver si a lo tonto a lo tonto hemos hecho un descubrimiento y vamos a tener que patentar la idea y vendérsela a los japoneses para comer sushi.
Sintiéndolo mucho, no he tenido el valor suficiente para experimentar su eficacia como arranca-espinas-clavadas-en-la-garganta. Sí, soy una cobarde.
Para lo que también sirven es para taparse la nariz en caso de malos olores, y para pinzarse la oreja, por ejemplo, cuando uno está aburrido en casa mirando la tele...
miércoles, 16 de enero de 2008
Mon dié, mon dié... qué dura es la rentrée...
Bueno, pues, siguiendo con el tema de los regalos de Reyes (sí, ya veis que en este momento tengo poca cosa interesante que contar...), además de la fabulosa máquina de pan, he recibido otros estupendos regalos, y en especial uno que me tiene intrigada, para el que pido vuestra inestimable e impagable colaboración. Y es que, en la pescadería a la que voy normalmente me regalaron esto que veis en la foto, que ignoro lo que es y para lo que sirve, me lo dieron envuelto, así que, no pude preguntar, aunque la verdad es que yo soy la típica a la que le regalan algo que no tiene ni la más remota idea de lo que es y dice :"Ah, qué guay... precisamente quería comprarme uno de estos...". Así que, seguramente tampoco lo habría preguntado...
Son una especie de pinzas de madera, si me las han regalado en la pescadería, ¿digo yo que serán para comer pescado o marisco...? ¿O no tiene nada que ver? Qué ignorante que soy...
Vivo sin vivir en mí, espero que alguien me arranque esta desazón.
domingo, 13 de enero de 2008
jueves, 10 de enero de 2008
-Ya estamos...¿Qué es lo que no tienes claro?
- Me vas a matar... No sé qué me pasa... es muy buen tío, pero... no sé... no sé si es que soy imbécil y no soy capaz de ver lo que tengo delante y sólo me vuelvo loca por los tíos que no debo....
- Pero a ver, ¿qué problema hay?
- Pues mira, al principio yo me sentía muy relajada con él, pero ahora me frustra un poco que sea tan tranquilo y tan poco hablador... Y luego, él tiene una filosofía de la vida que su lema podría ser “como no se puede cambiar nada, para qué preocuparse por las cosas”. Y claro, es que le cuentas cualquier problema, del trabajo por ejemplo, y su respuesta es siempre que pase y no me agobie. Y bueno, no sé, tampoco creo que me agobie, simplemente le cuento lo que me ocurre. O a lo mejor sí me agobio, no sé, ya dudo de todo, quizá debería aprender a pasar de todo como él... Total, que últimamente cuando estoy con él, ya no me siento relajada, sino apagada...
- Pero, ¿tú qué sientes por él...?
- Pues eso, que es muy buen tío, que está por mí...
- Eso de que es muy buen tío, ya me lo has dicho unas cuantas veces, ¿pero tú estás enamorada o no?
-.... no lo sé...
- ¿No te gusta cómo es..?
- A ver, no es que no me guste como es...Lo que te decía antes, que no sé si es que no soy capaz de ver lo que tengo delante o....que quizá él no es para mí...no lo sé... eso de que los polos opuestos se atraen, pues sí, pero no sé si es lo mejor... no lo sé...
- Bueno, os estáis conociendo... os estáis adaptando el uno al otro... ¿no?
- Sí....Creo que me como demasiado la olla, quizá debería pensar menos y todo sería más sencillo...A lo mejor es lo que tú dices, que tengo que encontrar mi lugar... Si el problema lo tengo yo, no él...
-Tráetelo un día que lo conozca.
-Sí, eso haré, a ver qué te parece a ti...
- Qué bien te queda el caoba a la cara, nena... El de la lijadora se va a quedar flipao cuando te vea...
- Sí, porque además, es de los que se dan cuenta cuando te pones guapa...
- Jo tía, pues si para ti no te gusta, preséntamelo a mí...
martes, 8 de enero de 2008
- ¿Y qué fue lo primero para lo que quedasteis?
- La primera vez que quedamos fue para hacer fotos por el centro, y estuvimos más de dos horas. Yo me había dado cuenta, por supuesto, pero me hice la longui y él también... Al cabo de unos días, quedamos en mi casa para restaurar los muebles de mi abuela, y ahí ya había una tensión que no veas, ese día estábamos súper nerviosos los dos. Él se trajo la lijadora, y para lijar nos tuvimos que poner hasta gafas protectoras y mascarilla, no te lo pierdas. Aunque esto nos fue bien para rebajar un poco la tensión, estábamos tan ridículos que nos entraba la risa tonta....Porque claro, es que en casa no es como por la calle, hay una intimidad que corta mucho, y además, había roces... Que el tío no es pulpo ni nada eh, no no... pero claro había más proximidad, y por ejemplo, me tuvo que coger la mano una cuantas veces para que yo agarrara bien la lijadora, porque como estaba nerviosa, estaba un poco torpe y no la controlaba...
- Claro, claro...
- La semana siguiente volvimos a quedar, y seguimos en la misma tónica, por la calle más tranquilos, y en mi casa un poco nerviosos y cortados, pero bien. Y luego, estuvimos dos semanas sin vernos en navidad, y yo ya esos días me di cuenta que pensaba más de la cuenta en él...
- ¿Y cómo no me contaste nada cuando viniste en navidad...?
- No sé... mira, tontería... un poco por superstición supongo...Bueno, pues, la primera vez que nos vimos tras las vacaciones, fue para hacer fotos por Barcelona, y se notaba que los dos teníamos muchas ganas de vernos. De hecho, nos fuimos por la mañana y acabamos cenando juntos y estuvimos tonteando todo el día. Pero lo fuerte fue el día que tocó en mi casa... Teníamos que barnizar la mesa. Tú imagínate la escena: él detrás de mí, prácticamente encima, cogiéndome la mano, enseñándome como tenía que extender bien el barniz con la brocha sobre el tablero de la mesa. Yo estaba cardiaca perdida y no sabía ni lo que me estaba diciendo, a él le temblaba la voz y la mano mientras me hablaba, y claro, nos acabamos enrollando...
- ¿Con la mascarilla y las gafas puestas...?
- No mujer, para barnizar no hacía falta, eso sólo fue el día que lijamos...
- Tía, no había pensado nunca que la restauración podía ser tan sensual...
- Sí, sí, las manualidades dan mucho juego, sino, acuérdate de Ghost...Y bueno, desde entonces, llevamos un mes y medio viéndonos...
- ¿Y qué tal os va?
- El tío es muy majo, muy buena persona, muy inteligente, muy tranquilo...Con él todo es como muy sencillo... está mucho por mí...
-Tía, pues me alegro un montón, porque esto tiene buena pinta, ¿no?
-Pues....
-¿Pues qué...?
-Tía... que no sé qué me pasa... pero no lo tengo claro....
Lo que no tiene claro Claudia, el viernes...
domingo, 6 de enero de 2008
Como teníais tantas ganas de que Claudia tuviera tema, aquí lo tenéis.
- Claudia, qué sorpresa, no te esperaba yo hoy.
-Hola guapa
Muak muak
-Pues mira, que me he dicho hoy, voy a ponerme el tinte que me veo ya muchas canas...
- A ver... mujer, no se te ve nada... ¿desde que te has operado de la vista tienes visiones, o qué...?
-Qué poco miras por el negocio tú... Que me he echado un novio y tengo que estar guapa. Ponme un caoba.
-¡Mujeeeer, eso se dice antes, y no andarse con tantos rodeos! Anda, pasa al lavacabezas.
- ¿Y quién es él?
- En qué lugaaar se enamoró de ti... je je Pues mira, lo conocí a través de Loquo...
- Pensaba que habías dicho que no ibas a volver a quedar con ningún tío que hubieses conocido en internet después de la experiencia del Meetic...
-Pero es que yo no iba buscando a ningún tío... o sí... bueno, no sé, no me líes... Pues que un día una compañera del trabajo me dijo que había puesto un anuncio en Loquo para encontrar algún estudiante extranjero que le diera clases de inglés y ella a cambio le daría clases de castellano o catalán. Así que, un día que estaba aburrida en casa, entré en Loquo a chafardear el anuncio que había puesto mi compañera y de paso miré qué más había por allí. Me llamó la atención una sección que se llamaba “trueque de habilidades” y entré a ver qué. Leyendo, encontré un anuncio de un chico que quería aprender fotografía y a cambio enseñaba a restaurar muebles, y entonces yo me acordé de una mesa y unas sillas antiguas de mi abuela que mis padres guardaban y que siempre me habían gustado e incluso yo había pensado alguna vez en restaurarlas, pero de aquellas cosas que dices y luego nunca haces...
- ...y como tú sabes un montón de fotografía...
- Pues eso, que me dije que porqué no, que podría ser una buena idea. Así que, contesté al anuncio por mail y al día siguiente el tío me respondió explicándome un poco lo que él esperaba y lo que podía ofrecer y me puso su teléfono para que lo llamase si yo estaba interesada. Y lo llamé aquella misma noche.
- No te lo pensaste mucho...
- No, no me lo pensé mucho porque tenía como una intuición... Así que lo llamé, y hablamos nada, cinco minutos, y quedamos dos días más tarde para hablar en persona en una cafetería.
- ¿Y qué tal el primer encuentro?
- Yo inicialmente me había planteado que si el tío me daba buen rollo, decirle que podíamos quedar dos días una hora cada día, un día para la restauración y otro para la fotografía, pero cuando vi que era guapo me dije que quizá mejor dos horas cada día.
- ¿Y si hubiera sido feo?
- Si hubiera sido feo no pasa nada, pero si no hubiera habido buen rollo o no me hubiera dado buena espina ya el primer día, me habría escaqueado de alguna manera...
-¿Y entonces qué?
- Por cierto, no te he dicho como se llama, Rubén. Pues eso, que hubo buen rollito desde el principio. El tío ya me pareció desde el primer momento muy normal, sincero, muy majo, tranquilo, un poco tímido.... Me explicó que era informático y que le gustaba mucho el bricolaje, y yo también le conté un poco mi vida... Luego hablamos del trueque, yo le propuse lo de las dos horas y a él le pareció bien. Estuvimos hablando a ver cómo lo podíamos hacer, lo que los dos esperábamos del trueque y nos pusimos de acuerdo en seguida. Quedamos que lo de la restauración lo haríamos en mi casa y me escribió lo que tenía que comprar y me dijo que él traería algunas herramientas que no hacía falta que yo comprara que eran muy caras. Para la fotografía, me dijo que tenía una cámara digital normal, que había pensado comprarse una buena, pero que no sabía muy bien, y le dije que por ahora le dejaría una de las mías y que ya le asesoraría yo para comprarse una. Al final me contó que había quedado la semana anterior con una chica que se había interesado por el anuncio, pero que le pareció muy rara y él escurrió el bulto como pudo...
- Oye, pues sí que conectasteis rápido...
- Sí, sí, ya te digo, desde el primer día todo fue como muy sencillo, muy natural...
-Me gusta, eso de sencillo...